La importancia de la detección precoz, en datos:

El pasado mes de mayo se presentó en el Congreso Europeo de Optometría y Óptica celebrado en Dublín un poster con parte de los datos obtenidos tras la toma de muestras de nuestro proyecto Veo-Veo para la detección precoz de problemas visuales.

El poster titulado ‘Detección precoz de los defectos refractivos mediante fotorrefracción en la edad escolar’ está firmado por investigadores de IOT (Marta Álvarez, Clara Benedi-Garcia, Eva Chamorro y José Miguel Cleva) con la colaboración de AMIRES y ofrece datos muy interesantes sobre la ambliopía.

¿Qué es la ambliopía?

La ambliopía es un trastorno del desarrollo visual que comienza en la infancia, y una de las causas más comunes de pérdida de visión unilateral o bilateral sin patología ocular.  Por ello, la detección y el tratamiento precoz es clave para evitar la pérdida irreversible de la visión y los potenciales problemas escolares derivados de la no corrección de los defectos refractivos.

El objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de edad de la ambliopía y de los errores de refracción en población pediátrica de varios colegios de la ciudad de Madrid.

¿Cómo se realizó la toma de muestras?

Para la detección preliminar de defectos refractivos de forma rápida y sencilla en niños se optó por la utilización de un dispositivo fotorrefractor que puede tomar medidas a distancias de trabajo de 1 metro. Se tomaron dos medidas consecutivas por niño/a para verificar la repetibilidad; y para mejorar la detección del ojo durante las mediciones, se mantuvieron las condiciones de iluminación mesópica.

Finalmente se recogieron datos refractivos de una población de 1347 niños y niñas, de 4 a 12 años. La distribución entre grupos de edad fue igual (30% de la muestra tenía 4 a 6; 39%, 7 a 9; y 31%, 10 a 12).

La anamnesis consistió en anotar la edad, el sexo de los niños y si usaban gafas habitualmente.

Después se analizó el error refractivo de los sujetos en función del equivalente esférico, el cilindro y su orientación, la potencial probabilidad de desarrollar miopía magna en un futuro y los casos con riesgo de sufrir una ambliopía debido a su refracción.

Resultados

Se observó que, durante los primeros años, la probabilidad de desarrollar ambliopía debida a errores refractivos era mayor, siendo la hipermetropía el error refractivo mayoritario. Sin embargo, a medida que avanzaba la edad, la miopía se convertía en la ametropía predominante. Entre el 60 y el 70% de los sujetos participantes cumplían los criterios para desarrollar miopía en el futuro, sin dependencia de la edad y con un ligero descenso a los doce años; y por otro lado, el porcentaje de sujetos que potencialmente podrían ser miopes magnos en el futuro sigue un comportamiento parejo al porcentaje de miopes, con una incidencia del 4% entre los 4 y los 6 años, 6% entre los 7 y los 9 años y 21% entre los 10 y los 12 años.

Además, es importante destacar que sólo el 16% de los sujetos en los que se han encontrado una ametropía estaban corregidos con una solución óptica; y que entre el 20 y 40% de los sujetos estudiados presentaban errores refractivos que podían afectar a su rendimiento académico.  

Concretamente, el 3,9% del total de la muestra presentaba anisometropía, el 0,4 % tenía hipermetropía, el 1,9 % tenía miopía, el 10,3 % astigmatismo y el 8,5% tenía astigmatismo oblicuo.

Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de realizar screenings visuales en la edad escolar con el ánimo de prevenir futuros problemas visuales.

Referencias:

1. Póster: Detección precoz de los defectos refractivos mediante fotorrefracción en la edad escolar’

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