Estabilizar miopía

La epidemia de la miopía

Hoy en día, es tan común ver a una persona joven con gafas como con un smartphone en las manos. La razón esencial de que sea algo tan habitual es la miopía axial. El síntoma principal de la miopía es la visión borrosa de lejos, por eso el miope se ve obligado a llevar gafas o lentes de contacto.

Durante los últimos 30 años, la incidencia de la miopía en los países desarrollados ha ido aumentando de manera incesante. Incluso en la literatura científica está siendo utilizado el término “epidemia de la miopía”. Ahora casi la mitad de la población europea joven (entre 25 y 30 años) es miope. Mientras en países como Hong-Kong, Singapur y Corea del Sur, esta cifra alcanza al 90% de los ciudadanos.

[toc]

En qué consiste la miopía

El ojo funciona de manera similar a una videocámara. La luz que entra en el ojo se enfoca a través de dos grandes lentes biológicas, la córnea y el cristalino. Las células especiales de la retina, sensibles a la luz, perciben la imagen enfocada y la transmiten al cerebro por medio del nervio óptico.  En la miopía, los rayos de luz  que entran por la pupila están enfocados por delante de la retina generando una imagen borrosa, provocando una visión borrosa de lejos.

Ojo miope

La miopía no es simplemente un error refractivo. Es una enfermedad que aparece cuando el globo ocular crece demasiado en longitud. Esto lleva no sólo a una peor visión de lejos, sino también a diversas complicaciones oculares.

Las consecuencias perjudiciales de la miopía

En la miopía es justamente la retina la que sufre por el estiramiento axial del globo ocular. Las complicaciones más graves de la miopía son el desprendimiento de retina y retinopatía miópica. Esto puede llevar a una pérdida de la visión irreversible y, a veces, a la ceguera. No se trata de problemas evitables mediante el uso de gafas, lentillas o cualquier tratamiento médico. Tampoco es posible que el ojo regrese a su tamaño anterior. Se trata de cambios permanentes.

Cuanto más alta es la miopía mayores son también las probabilidades de sufrir complicaciones. En medicina la miopía magna (6 dioptrías o más) se denomina “miopía patológica”, ya que la incidencia de complicaciones es mucho mayor que en pacientes con miopía leve. En los últimos años, no sólo ha aumentado el número de miopes: también lo ha hecho el porcentaje de miopía magna (actualmente en Europa un 10% de los miopes jóvenes). Es la primera causa de baja visión entre los afilados de la ONCE (el 21,16% en el año 2015).

Cómo prevenir y controlar la miopía

Por este motivo, los médicos piensan cada vez más en la necesidad de intervenir en el proceso de progresión de la miopía para bajar el porcentaje de miopía magna y disminuir la incidencia de sus complicaciones.

Estas complicaciones surgen relativamente tarde, por lo común, después de los 50 años. Sin embargo, la miopía progresa en los niños y adolescentes, en edades entre los 7 y 17. Además del riesgo de futuras complicaciones, también perturba el desarrollo normal del niño, impidiéndole realizar sus actividades diarias (en particular, hacer deporte). Esos diez años, entre los 7 y 17, son el período crucial para intervenir y ralentizar la progresión de la miopía.

Estabilizar miopía

¿Qué puede ofrecer la medicina moderna a niños y padres para ralentizar y controlar la miopía infantil?

1.Pasar más tiempo al aire libre, trabajar menos en cerca (libros, ordenadores, tabletas, teléfonos). La insuficiente luz natural y una carga visual de cerca excesiva se consideran como las causas principales del crecimiento de la miopía en los países desarrollados. Bien es verdad que los datos científicos sobre esto son heterogéneos, además, el modo de vida moderna no favorece este tipo de profiláctica de la miopía. Aunque es posible y razonable modificar en cierta medida los hábitos más perjudiciales.

2.Medicamentos. El medio más eficaz para frenar la miopía es la atropina en colirio al 1%. Desafortunadamente, la atropina en estas concentraciones tiene efectos secundarios que limitan su uso. En la actualidad se está estudiando la eficacia de atropina al 0,01% con el objetivo de limitar los efectos secundarios. Además, la atropina no facilita buena visión y, por tanto, continúa siendo necesario el uso de gafas o lentillas diarias.

3.Ortoqueratología nocturna (Orto-K). Se practica desde hace más de veinte años y se considera como el método no farmacológico más eficaz para ralentizar la progresión de la miopía. La esencia de esta técnica es el uso de lentes de contacto especiales de geometría inversa que el paciente miope usa sólo para dormir. Estas lentes cambian la forma de la córnea de manera temporal y reversible. La ventaja obvia de este método es la buena visión y la ausencia de cualquier medio de corrección visual durante todo el día, lo que da al niño la libertad completa en todas sus actividades.

4.Lentes de contacto blandas multifocales. Las lentillas modernas de este tipo están diseñadas especialmente para control de la miopía y por su eficacia se acercan a la ortoqueratología. Todavía hay poca experiencia en su uso, y además, se llevan durante el día, lo que limita la actividad del niño.

5.Gafas bifocales/progresivas. Estas gafas disminuyen el esfuerzo visual en cerca y también ralentizan la progresión de la miopía, pero su efecto es débil; además, como se ha mencionado anteriormente, llevar gafas o lentillas limita las actividades diarias.

Así pues, los padres necesitan recordar que la miopía no es un simple problema con la visión de lejos, sino una enfermedad que, con el tiempo, puede llevar a la aparición de serias complicaciones.

Cuanto más temprano diagnostiquemos la miopía, antes lograremos intervenir para ralentizar su progresión. Para eso, la medicina moderna proporciona medios y tratamientos eficaces, que podemos y necesitamos usar.

Escrito por:

Juan Gonzalo Carracedo, PhD, Doctor en Optometría y Visión, Profesor asociado de la Facultad de Optica y Optometría de la Universidad Complutense de Madrid.

Jorge Torres Morón, MD, Oftalmólogo pediátrico y estrabólogo, Secretario General de la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica.

Bibliografía.

Dolgin E. The myopia boom. Nature. 2015 Mar 19;519(7543):276-8.

Holden B, Sankaridurg P, Smith E, Aller T, Jong M, He M. Myopia, an underrated global challenge to vision: where the current data takes us on myopia control. Eye (Lond). 2014 Feb;28(2):142-6.

Registro de afiliados a la ONCE. Año 2015.

French AN, Ashby RS, Morgan IG, Rose KA. Time outdoors and the prevention of myopia. Experimental Eye Research 114 (2013) 58-68.

Kocak ED, Sherwin JC. Time spent outdoors and myopia: establishing an evidence base. Eye Sci 2015;30(4):143-146.

Walline JJ. Myopia Control: A Review. Eye & Contact Lens 2015;0: 1–6.

Pauné J, Morales H, Armengol J, Quevedo L, Faria-Ribeiro M, and. González-Méijome JM. Myopia Control with a Novel Peripheral Gradient Soft Lens and Orthokeratology: A 2-Year Clinical Trial. BioMed Res Int 2015:1-10.

Comparte este post

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on print
Share on email
Share on whatsapp